Charcos de tinta: Le Fils de l'Ogre de Grégory Mardon. BD, psicoanálisis y Edad Media.

LE FILS DE L'OGRE (El hijo del ogro)

Dibujo: Grégory Mardon
Guión: Grégory Mardon
Editorial: Futuropolis
Publicado el 08-01-2009
72 páginas

Resumen:

Hace mucho tiempo, vivía en un reino un muchacho llamado Benoît. Vivía al abrigo de las murallas ayudando en el negocio de su madre que era bordadora. Se dedicaba a las cosas que se dedican los chicos de su edad, sólo que él, además, tenía una fascinación enfermiza por el verdugo de la ciudad, nunca se perdía una ejecución. El hachazo del asesino le inspiraba y mataba con maldad y algo de crueldad bien un ratón o un mirlo que se había vuelto algo confiado.

Pero Benoît, a pesar de esos pequeños defectos, seguía siendo un joven de su edad, curioso y algo inconsciente. Sin duda será esa curiosidad la que le llevará a cruzar la puerta de la casa del verdugo un día que éste realizaba su trabajo robándole una hermosa joya, un collar de la reina, que el verdugo poseía debido a que ésta le visitaba a escondidas del rey... Benoît no podía adivinar que ese robo daría un vuelco a su vida, pues el collar sería descubierto por los soldados del rey en la tienda de su madre, suponiendo la condena de ella primero y la expulsión de Benoît de la ciudad, algo que con el tiempo le convertirá en un combatiente que algunos calificarán como insaciable en el arte de hacer la guerra.

Crítica de Benoit Cassel en Planetebd:

¡Primera sorpresa del año de la editorial Futuropolis! Grégory Mardon abandona durante un tiempo la crónica costumbrista contemporanea, para abordar un género nuevo, el cuento medieval. Érase una vez Benoît, un chavalín cruel convertido en un señor sanguinario... el recorrido de un destino épico que toma prestada la amargura de la tragedia griega. Mardon quiere renovar el imaginario de los cuentos medievales de su infancia, pero sin olvidar la parte intimista y de crónica de costumbres que caracteriza su obra. Su trazo realista y sin embargo espontaneo tiene tal fuerza evocadora que el autor se libera, la mayor parte del relato, de los diálogos, sin que ello perjudique la claridad de la historia. Excepto un curioso pasaje repleto de diálogos entre guerreros en mitad del álbum. Se divide así visualmente, en blanco y negro, el trágico destino de Benoît, en tres capítulos. La mayor parte de las secuencias claves no tienen diálogos, sus seguimientos del verdugo, su drama personal o su lucha por salir adelante. Por contra, su giro existencial, su regeneración en el horror y su última hora son los más prolijos en diálogos, pero sin impedir que el album se devore con rapidez. Mientras, en algunas partes de la historia no tan importantes, Mardon usa un tipo de dibujo que recuerda la iconografía medieval, las escenas son representadas según el estilo de las canciones de gesta de la época, enmarcando las páginas con dibujos "grotescos" (sin ningún sentido peyorativo). Como conclusión, Mardon nos obsequia con una revelación final que nos hará recorrer un escalofrío por la espalda... ¡Brillante!

Grégory Mardon: BD, psicoanálisis y Edad Media.

Entrevista de Laurence Le Saux.

Las entrevistas no son su fuerte. A pesar de su buena voluntad, Grégory Mardon, 37 años, no ve la utilidad de explicar porqué ha elegido tal o cual intriga, tal o cual personaje. "El libro debería ser suficiente, él lo dice todo", se disculpa con una sonrisa el autor de "Corps à corps" o "Leçon de choses". Pero no podemos evitar el querer indagar el origen de "Le fils de l'ogre", un one-shot magistral y desgarrador, de una oscuridad cautivadora y mordaz. La obra nos cuenta la historia de Benoît, un preadolescente cruel fascinado por un verdugo que, tras un malentendido, se convertirá en un mercenario desesperado. Un trazo de resonancias infantiles, a la vez que expresionistas, dibuja esta canción de gesta medieval.

¿Cómo nació "Le fils de l'ogre"?

Todo surge de la necesidad de dibujar. Normalmente, todos mis álbumes parten de un historia, en este ha sido al revés. Deseaba volver a acercarme a los cuentos caballerescos que leía siendo niño. Me acordé de las obras de Georges Beuville, ilustrador de muchos libros infantiles, como "Le Roman de Renart", y de los dibujos de Ivan Bilibine.

Nada que ver con el tono contemporáneo de sus bandes dessinées anteriores...

¡Ese decorado novelesco y medieval me permitía salir de las salas de baño parisinas! Era un truco para cambiar, no me gusta aburrirme. Sin embargo, a pesar de las apariencias, la historia está muy cerca de lo que escribo habitualmente, en élla encontramos una voluntad de explorar la psicología del héroe, en el que la madre tiene una gran importancia y donde el padre ha desaparecido...

¿Quién es Benoît, su personaje principal?

Un muchacho perturbador, fascinado por la muerte, que descubre la sexualidad. Le gusta mirar, y haciéndolo es testigo de una escena amorosa, obtiene cierto placer, y roba un objeto comprometedor que será la causa de su desgracia. Todas las interpretaciones psicoanalistas son posibles... Tenía necesidad de tratar la inclinación hacia la crueldad que puede tener el ser humano y hablar de la violencia. Asistimos a través del recorrido de Benoît al nacimiento de un hombre guiado por la amargura y la culpabilidad, siempre huyendo, que no llega a disfrutar de momentos felices. Me inspiré en la película "Le fils de l'ogre" del cine expresionista alemán, lo que me empujó a adoptar cierta oscuridad en la obra.

¿Cómo ha trabajado en este álbum?

He elegido la técnica de la aguada (disolución de un solo color en una cantidad variable de agua), que ya había utilizado para "Vagues à l'âme". No me gusta el color, que muy a menudo puede convertirse en algo vulgar, el blanco y negro me parece mucho más difícil de dominar. La aguada es algo intermedio, permite insuflar calor, luz y contraste en el dibujo. Yo trabajo de una forma cronológica y metódica. Una vez el guión está escrito, realizo una paginación precisa a lápiz, después lo entinto en una mesa de dibujo iluminada. Todo se hace a la antigua, en papel. Conforme realizo páginas, me siento más y más libre. Anteriormente consideraba que el dibujo estaba ahí para servir a una historia, que iba tras ella. Me acomplejaba, en particular frente a artistas que considero forman parte de mi familia gráfica, como Blutch, Nicolas de Crécy o el duo Dupuy-Berberian. Actualmente, he aceptado que también puedo ser un dibujante y no solamente un narrador.

¿Cómo ha llegado usted a la bande dessinée?

Me he sentido atraido por este medio desde hace mucho tiempo. Tras hacer Bellas Artes en Tournai, estuve durante un año en Gobelins, en animación, después fui alternando BD y animación. Recientemente he participado en el largometraje "Tous à l'ouest" una adaptación de Luky Luke, pero la animación la considero un trabajo "alimentario", prefiero la bande dessinée. Me inicié en el medio al enviar el proyecto de "Vagues à l'âme" a la editorial Humanoïdes Associés. Sébastien Gnaedig me hizo firmar un contrato allí y desde entonces le he seguido en sus cambios de editorial.

¿Cuales son sus proyectos?

Mi próxima historia será cómica y ligera, para cambiar de nuevo. Se trata de un álbum de 46 páginas que publicará Fluide Glacial. Tratará sobre dos obreros que, en 1936, parten en bicicleta sobre las carreteras de Francia. Se pierden en el bosque, piden hospitalidad a los habitantes de la zona que les toman por quienes no son... También tengo en marcha la continuación de Cycloman para Cornélius, con Charles Berberian. Ya tengo hechas cincuenta páginas, pero el proyecto está parado desde hace dos años. Y después también tengo otra idea para un libro para Futuropolis, ¡pero no está lo suficiente maduro para que hable de él!

Algunas páginas del álbum (pinchar para ampliar):